¿Innovamos en las empresas turísticas?


La palabra “innovar” suele estar en el discurso y en los objetivos de muchos organismos y empresas. Se oye hablar de innovar, de innovación por todas partes. Esto es algo positivo pero también se corre el riesgo de que de tanto hablar de la cuestión, el término pierda valor y se acabe confundiendo el grano con la paja, como ha ocurrido con otros tales como “sostenibilidad” (o sostenible) o calidad...

Con la crisis, la innovación es, sin duda, una de las vías una de las vías más claras para mantener la competitividad en el largo plazo. Aunque bien es cierto que el sector turístico lleva innovando desde sus primeros días, con diferentes ritmos según subsectores pero las empresas y destinos turísticos, los productos y servicios y su gestión, están en constante cambio, adaptación  y mejora. 

No entraremos ahora en valorar el qué tipo de innovaciones se producen, ni cuáles son las principales palancas para ello, ni el papel de la tecnología e Internet en la cuestión. Pero sí que analizaremos una serie de datos del último informe de ESADE sobre “Innovación Turística en España 2014” que hablan del actual clima empresarial-turístico en referencia a la innovación.

El informe de ESADE se basa en una muestra de 312 encuestas a empresarios hoteleros, restaurantes, intermediación, transporte, ocio y otros. Y entre las conclusiones principales, las siguientes: 

   - Cerca del 35% de las empresas innova y considera que debe seguir al mismo ritmo y un porcentaje similar innova y desear “acelerar el proceso”.
   - Cerca de un 60% valora que “la innovación es indispensable en todo momento”. Pero si hablamos de innovación y crisis, dicho porcentaje se acerca al 65% y se considera que “la innovación es aún más importante en tiempos de crisis” y que “la innovación es aún más importante para salir de la crisis” (59% aprox.)
   - Entre los objetivos de la innovación, en 2014 se mantienen como principales “mejorar el servicio” y “conseguir más clientes”.
  - Y entre los “facilitadores de la innovación”, destacan las asociaciones del sector turístico y las administraciones públicas. Y las fuentes internas de las empresas las que deben impulsar la innovación.
   - Pero la inversión en innovación de las empresas ha caído ligeramente en 2014 con respecto a 2012 y 2013, que fueron años de crecimiento. Aunque se mantiene prácticamente en el mismo nivel, sin grandes crecimientos ni descensos, desde que en 2010 registrara un fuerte crecimiento de casi 10 puntos.



De todas estas conclusiones yo me quedo con dos cosas:

1. Se dice que llegó la crisis y quienes concebían previamente la innovación como elemento clave de su estrategia (cuando no el camino a seguir), mantuvieron e incluso mejoraron sus  resultados (competitividad). 

2. El resto aprendió, tomó nota y empezó a remar en esa dirección, tal y como parecen apuntar los resultados de este informe de ESADE.


Y vosotros, ¿qué destacaríais de todo esto?...


- Más información: Informe Innovación Turística en España (pdf)

- Post vía: Witcamp Turismo


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